Información importante acerca de los visores réflex 

El principio técnico básico de los visores de punto rojo es bastante fácil de explicar: básicamente, un pequeño LED genera un punto de luz de color que se refleja en un pequeño espejo esférico semitransparente y se arroja de nuevo sobre la lente frontal como un punto de destino luminoso. Como el espejo semitransparente sólo refleja un porcentaje de la luz, permite una visión nítida adecuada a través de la lente. Por lo tanto, el usuario puede ver tanto el objetivo como el punto reflejado en el mismo plano focal a través del singular espejo. Como el haz de luz del punto se muestra precisamente en la dirección de la línea de visión, el punto siempre aparece en el lugar correcto, independientemente de la posición del ojo en relación con el dispositivo.

No obstante, debe conocer el punto de impacto de su arma a diferentes distancias. De manera similar a una mira telescópica, el punto de impacto puede ser corregido ajustando la retícula. 

Muchos se preguntan: ¿Por qué este punto es tan definido? Muy simple: los modelos con una lente frontal recta generan el punto luminoso usando un láser, que se divide en varios puntos pequeños con la ayuda de un prisma para crear la forma del punto. Sin embargo, se necesitan muchos puntos pequeños para esto, por lo que el punto luminoso a veces puede aparecer borroso. Además, la lente del prisma es cara, por lo que estos dispositivos también cuestan más dinero.

En otros modelos con una lente frontal biselada, el punto es generado por un LED y un espejo semiconductor. La forma del punto (circular) ya está predeterminada y se puede visualizar con mayor nitidez con la ayuda del diodo emisor de luz. No se necesita un prisma (es decir, no se precisan lentes caras) para esto, sino una lente que esté biselada y proyecte el punto en el plano de la imagen. Por eso estos modelos son más baratos, pero no menos cualitativos. Todo lo contrario. 

La idea de un visor réflex nació en 1900, cuando Howard Grubb, el entonces fabricante de telescopios, registró su invento para una patente (No. 12108), a la que posteriormente siguió el primer uso militar (Fuerza Aérea) en 1918. En la Segunda Guerra Mundial se utilizó en varias armas de artillería y anti-tanque. Desafortunadamente, la falta pequeños y poderosos elementos de iluminación, lo hacían depender de fuentes de luz pasivas. No fue hasta mediados de los años 70 que la empresa sueca Aimpoint logró el avance decisivo: los desarrolladores fueron capaces de utilizar el haz de luz de un LED como fuente de luz para el visor réflex. Esta tecnología también hizo posible construir visores mucho más pequeños y, por lo tanto, también permitió usarlos en armas cortas.

Las miras holográficas son, según el modelo, pequeños, ligeros y bastante prácticos. Son ideales para un rápido avistamiento a distancias cortas y medias, ya que ambos ojos pueden estar abiertos y, según la distancia (por ejemplo, en combinación con una lente de aumento), son una alternativa notablemente económica a los visores clásicos.

Como ya se ha mencionado anteriormente, la mayor ventaja con respecto a un visor abierto clásico es que la detección del objetivo es más fácil: la mira trasera, la delantera y el objetivo ya no tienen que ser llevadas a un solo eje óptico; con el visor réflex sólo tienen que coincidir el punto luminoso y el objetivo, que con el visor réflex se encuentran en un solo plano. Al utilizar un visor réflex con ambos ojos abiertos, se elimina la llamada "visión de túnel", a la que se está acostumbrado con las miras telescópicas, y se conserva completamente la visión espacial y la percepción periférica. Así pues, alcanzar el objetivo puede acelerarse en gran medida al detectar la mayoría, si no todos, los errores de puntería, como la inclinación.

Antes de comprar una mira réflex de punto rojo, cada usuario debe tener claro qué espera en términos de rendimiento por el precio dado. Hay innumerables proveedores con un número inmanejable de modelos y características, por lo que antes de comprar, siempre hay que considerar lo que el visor debe ser capaz de hacer. En general, siempre es aconsejable examinar los precios, el equipo y (si es posible) el lugar de fabricación. La revista Visier escribe lo siguiente: 

 "Los modelos fabricados en Alemania o en los EE.UU. ya tienen un coste de producción más elevado. Los fabricantes japoneses, en cambio, son profesionales en lo que se refiere a la calidad de las lentes ópticas y la electrónica, y suministran ambas a costos comparativamente más bajos"

El tamaño, la nitidez y el color del punto deben ser factores importantes en la decisión de compra: ¿sólo punto-retículo o conmutable a círculo/punto-círculo? ¿Prefiere el color verde de la retícula o el dorado debido a la debilidad de la visión rojo-verde (daltonismo)? Debería hacerse estas preguntas de antemano. La mayoría de los fabricantes indican el tamaño de sus puntos luminosos en MOA (minuto de ángulo, unos 2,8 cm a 100 metros o 1 pulgada a 100 yardas). Para armas largas y distancias de disparo de hasta 150 metros, se recomiendan tamaños de punto de <3 MOA, para armas cortas de <4MOA. 

También es aconsejable conocer su propio campo de aplicación: ¿Trabajo en condiciones extremas o con guantes? ¿estoy en el campo de tiro interior o en la naturaleza? ¿Necesito una batería de larga duración? ¿O tapas protectoras transparentes que me permitan apuntar inmediatamente sin abrirlas? Como ya se ha descrito anteriormente, los modelos cerrados o de construcción contenedor son adecuados para condiciones extremas, los modelos con células solares y/o función Shake-Awake (encendido/apagado automático) pueden ahorrar baterías y los botones de control sencillos pueden facilitar mucho el uso de los guantes.

Otra pregunta importante: ¿hay un montaje adecuado para mi arma? Antes de comprar una mira optoelectrónica, debe aclararse si el fabricante puede suministrar un montaje que se corresponda con el arma y sus requisitos, o si se requiere un formato especial del armero.

Cuando se diseña la distancia de observación, uno está limitado, si es que lo está, sólo por las opciones de montaje del arma. Cuando compre un nuevo visor réflex, asegúrese siempre de que éste restrinja el campo de visión lo menos posible, sin descuidar la protección de la lente. Según la aplicación, son útiles los visores réflex abiertas con lentes de 24x32 mm o los visores réflex tubulares con un diámetro de 20-30 mm.